Gaviotas del Abra de Bilbao

El otoño tardío, y sobre todo el invierno, son sin duda, las épocas adecuadas para ver gaviotas en el Abra de Bilbao. A continuación voy a mostrar algunas de las especies más representativas de las que podemos disfrutar en estas fechas.




La Gaviota Cabecinegra (Larus melanocephalus) se hace bastante común, pudiendo verse dentro del Abra en buenos números, incluso de varios centenares, especialmente durante temporales duros del Norte. El adulto en invierno se hace notar por su plumaje blanco casi inmaculado, "tocado" por una pequeña máscara negra retroocular, y por las patas y el pico de color rojo intenso con la punta negra.

En tiempo más calmado, la especie se hace más escasa dentro del Abra, pudiéndose localizar en alta mar incluso a varias docenas de millas de la costa.

Junto a las aves adultas, predominantes en número, también se pueden ver Gaviotas Cabecinegras (Larus melanocephalus) en plumaje de 2º invierno. Estas se distinguen fácilmente de las anteriores por poseer el raquis de las últimas 2-5 primarias teñido de negro. Además el pico es de tonos más apagados, amarillo-anaranjado.
La Gaviota Reidora (Larus ridibundus), como este ave adulta en invierno, es una de las especies más abundantes. Aunque de perfil invernal también, en realidad la podemos ver la mayor parte del año ya que los últimos ejemplares nos abandonan ya entrado el mes de abril, camino de sus cuarteles de cría, y las primeras aves postnupciales que nos visitan, suelen ser jóvenes del año, y a finales del mes de junio.

La Gaviota Enana (Larus minutus) es otra de las clásicas en otoño-invierno, pero a diferencia de las anteriores resulta mucho más escasa, y aunque es regular prácticamente todas las temporadas sólo suele aparecer en pequeños números y durante importantes temporales marítimos.

Las 2 fotos corresponden a un típico adulto en plumaje invernal, con su fino pico negro en toda su extensión, patas rojas, cabeza con mancha negra auricular y capirote negruzco, esto último altamente característico de la especie en este plumaje. El resto del ave es blanca con partes superiores de un fino gris perlado. El vuelo es muy grácil con aleteos súmamente rápidos .

Esta foto de Gaviota Enana (Larus minutus) adulto invierno es de mala calidad pero nos sirve para mostrar una característica diagnóstica de las especie en plumaje adulto, la superficie inferior de las alas de tono gris fuliginoso.

Gaviota Enana (Larus minutus) en plumaje de primer invierno. Lo más llamativo es que a diferencia del adulto, en este plumaje, la superficie inferior de las alas es de color blanco. También se aprecia la mancha oscura en la unión parte posterior del ala-cuerpo, típico de la especie.

Gaviota Enana (Larus minutus) en plumaje de primer invierno. Muestra la característica "W" negra de las partes superiores que se interrumpe en la zona caudal, y la franja terminal negra en la cola, que es ligeramente ahorquillada; esto último es importante para diferenciarla de otra especie muchísimo más rara como la Gaviota de Ross (Rhodostethia rosea) que posee la cola larga y en forma de cuña. Nunca se sabe...

La Gaviota Sombría (Larus fuscus graellsii/intermedius) es otra de las habituales del Abra. Este ave en vuelo me resulta difícil de asignar a plumaje juvenil ó primer invierno, aunque por fechas debería ser el segundo.

Para ver Gaviota Patiamarilla (Larus michaellis) no hace falta esperar al invierno. Aqui tenemos un típico ave en plumaje de tercer invierno.

Por último, el Gavión Atlántico (Larus marinus) es el gigante del grupo, y también regular como invernante aunque en escaso número en el Abra. Este ave es un adulto con sus partes superiores negras y su poderoso porte. Las patas son de color rosa apagado, y en la cabeza llama la atención el grueso pico y la posición del ojo, a un nivel más alto que las Larus fuscus, su principal rival a la hora de la identificación.

Además, estos días se ha dejado ver una Gaviota de Delaware (Larus delawarensis) adulta en invierno, antiguo miembro de la lista de rarezas ibéricas y desde hace unos años también habitual de nuestros inviernos, aunque de momento no he podido hacerle ninguna foto. No importa, el invierno es muyyyy laaargo.