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9 de marzo de 2010

LECCIONES DEL ASTUTO ZORRO

Zorro rojo (Vulpes vulpes)
El raposo es uno de los mamíferos con mayor área de distribución mundial, ocupando la mayor parte del Holártico (excluyendo Islandia y Groenlandia) y siendo introducido en Australia en el siglo XIX con, como era de esperar, negativas consecuencias para las delicadas especies autóctonas. En la península Ibérica es el carnívoro más abundante en la mayoría de los ecosistemas y es el típico animal que se ha visto favorecido por las actividades humanas y se acerca a pueblos y basureros en busca de alimento suplementario.
Nuestro protagonista se encontraba a 1/2 km. de un pueblo y a escasos 100 mts. de una carretera, en unos prados por los que campeaba en busca de micromamíferos de los que alimentarse a una hora poco prudente, las 16:00 h.
Tras situar el coche discretamente y bajar la ventanilla para mejorar la visión del cánido, contemplamos con asombro como proseguía con sus quehaceres sin inmutarse. Como si de un documental se tratara, comprobamos como de vez en cuando se detenía, se erguía...
...y saltaba sobre una posible víctima...
...cayendo de bruces, con las patas por delante y con la enorme cola haciendo de balancín.
Hasta el tercer intento no consiguió su primera captura, pero ocurrió en una pequeña vaguada que nos impedía la visión completa de la escena. Debió de ser un roedor de buen tamaño porque intuíamos como lo devoraba, llevándole la tarea un rato largo.
En esta fotografía se aprecia su inconfundible aspecto de cánido con hocico afilado, orejas erguidas, puntiagudas y negras por fuera y cola larga y poblada con la punta blanca. Una preciosidad.
En su continuo ir y venir por el territorio de caza, adoptaba su actitud de predador y practicamente cerraba los ojos, dejándose llevar más por el oído y por el olfato.
Cuando localizaba algún sonido sospechoso, dirigía sus orejotas hacia el mismo y permanecía durante unos segundos quieto, en silencio y concentrado.
Una vez confirmada la presencia de su presa, el consabido y espectacular salto.
Cuando el lance era exitoso, la cola se balanceaba más de lo habitual.
Zorro rojo (Vulpes vulpes)
En esta ocasión se trataba de un pequeño bocado que no sació su hambre canina y allí lo dejamos, en su interminable búsqueda de sustento, mientras marchábamos con la sensación de haber presenciado una inolvidable escena, brindada por "Maese Raposo".

8 comentarios:

Javier Cañadas dijo...

Muy buena Ernesto, saltos incluidos, parece un documental de la dos

Medved dijo...

Precioso ejemplar, y las fotos no le desmerecen nada, unas secuencias de documental como comentan por aqui.

Nacho Vega dijo...

Excelente serie de fotos y estupenda narración. Me ha gustado muchísimo.

Gracias.

Nacho.

Ernesto Villodas dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Saludos

IVAN SARABIA dijo...

Ernesto,

¡te has pasado!

¡Buenísimas las fotos!

Enhorabuena

Ernesto Villodas dijo...

Je,je,je. Gracias Iván

Máximo Sánchez Cobo dijo...

Antes echando una birra con Jandro me lo comentó y dije, luego lo miro! Menos mal que me acordé! Qué maravilla macho! Por cierto, en la del salto frontal parece vérsele un parche sarnoso, ¿no te parece? Un saludo,
Máximo

Ernesto Villodas dijo...

Aupa Máximo. Sí, ya me había fijado en esa calva y aunque la muda a pelaje de verano estará próxima no creo que sea de este modo, a parches. Saludos