El Pino Negro (Pinus uncinata), una de las especies de coníferas más particulares de nuestro país, se caracteriza por vivir en ambientes extremos de alta montaña, especialmente en terrenos calcáreos, pudiendo llegar e incluso superar los 2.200 m.s.n.m. Su área de distribución se limita fundamentalmente a los Pirineos, como es el caso del Valle de Vallibierna de la foto, aunque también encontramos buenos bosques de esta especie en el Sistema Ibérico. Probablemente el bosque de pino negro más cercano al Cantábrico Oriental sea el de Larra, en el extremo noreste de Navarra.
En cuanto a la comunidad de aves que pueblan estos bosques están muchas especies típicas de pinar-abetal, como los Parus cristatus, Parus ater ó Turdus viscivorus junto a otras de ámbito más restringido a zonas montanas, pero también características, como Regulus regulus, Serinus citrinella, Turdus torquatus alpestris ó Loxia curvirostra, uno de cuyos jóvenes machos aparece en la siguiente foto.
Por último, y en las zonas de bosque más maduro podemos encontrar de forma más bien escasa algunas joyas de nuestra avifauna, como es el caso de Tetrao urogallus aquitanicus ó también Dryocopus martius, y asociado a este y sólo en algunas áreas de Pirineos, Aegolius funereus.
Estas últimas especies son muy difíciles de localizar, y aunque sea muy raro el que podamos verlas alguna vez, la belleza y la magia que envuelven estos bosques bien merecen una visita.
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