Este pico, situado en el enclave vizcaíno de Orduña, en plena Sierra Salvada, y de poco más de 1.000 m.s.n.m., es uno de mis lugares favoritos para pajarear y disfrutar de la naturaleza, ya que además del espectacular entorno que lo rodea, se encuentra ubicado en una zona privilegiada de transición entre el ambiente puramente atlántico-eurosiberiano (al norte) y el mesetario-mediterráneo continental (al sur), todo ello aderezado con una buena dosis de roquedo. Esto supone que sea uno de los lugares con mayor biodiversidad de nuestra comarca, a lo cual, evidentemente, no son ajenas las aves.
El otro día me acerqué una mañana, en busca de algunas codiciadas especies, especialidades de montaña, que en otras ocasiones he podido ver, como Monticola saxatilis, Prunella collaris ó Apus melba.
Sin embargo, no tuve tanta suerte esta vez y no conseguí ver ninguna de ellas, aunque a cambio pude disfrutar de otras, típicas de este enclave, y que como nidificantes son raras ó muy poco frecuentes en Bizkaia.
Este es el caso de especies como Alauda arvensis, Lullula arborea ú Oenanthe oenanthe, especie esta última de la que uno de sus machos aparece en la fotografía.
Llamó la atención el haber podido observar un ejemplar macho de Lanius senator, que se encontraba sólo en una zona de espinos albares. Aunque finales de mayo es una fecha algo tardía, supongo que se trataba en un ejemplar en migración aún, ya que encontrar a esta especie nidificando en territorio vizcaíno sí que sería toda una sorpresa. Por desgracia, no tengo foto del ejemplar en cuestión ya que se mostraba sumamente esquivo.
Entre las especies alpinas, sí que pude ver algunas de las más comunes, como Anthus spinoletta, Ptyonoprogne rupestris y ambas especies de chovas, especialmente las piquigualdas (Pyrrhocorax graculus) que como siempre, llaman la atención con sus espectaculares acrobacias aéreas y sus estridentes reclamos.
De momento, nada más. Ahora me voy de vacaciones y a la vuelta, ya casi entrado el verano volveré seguramente por el Tologorri, en busca las especialidades alpinas que se me escaparon y ver si suena la flauta con el Lanius senator y me lo vuelvo a encontrar, esta vez, con descendencia.
