Esta tarde como solo tenía un par de horas libres he decidido quedarme en el pueblo ( Sopuerta) además hacía un fuerte viento sur y estaba de lo más desagradable por lo cual descarto la costa , que seguramente allí el viento soplaría con más fuerza. Repasando el cuaderno de campo veo que por estas fechas el año pasado ví un par de Mirlos Capiblancos
Turdus torquatus en una zona donde aflora un pequeño Karst en el Monte Alén (800 mts.) en el cual la vegetación dominante son los endrinos
Prunus spinosa, que dado la poca profundidad del suelo, ( apenas unos centimetros entre las fisuras del Karst) y al sobre pastoreo , apenas alcanza el metro de altura. Endrinos y algún Acebo
Ilex aquifolium hacen que por estas fechas este mar de Calizas se llene de jugosas bayas. Este paisaje tan parecido a la alta montaña, que unido a la abundancia de comida lo hacen irresistible para los Mirlos Capiblancos en su migración hacia el sur y no me he equivocado, allí estaban este año también.

Anthus pratensis, mientras buscaba los posibles Mirlos Capiblancos , disfruté de varias Bisbitas Comunes descansando entre los Brezos, pero sabía que los Mirlos no serían tan fáciles de detectar

Anthus pratensis
Y Entre Bisbitas Comunes y Chovas Piquigualdas. escucho un reclamo extraño, como un crujido y tras una breve espera se repite el reclamo, cada vez más cerca, me tiro al suelo y me arrastro un poco entre las piedras , espinos y abono natural de vacas con la fortuna de posarse en un espino el tan deseado Mirlo Capiblanco, que aparecio fiel a su cita de Octubre en Sopuerta.
Turdus torquatus, primer invierno
Turdus torquatus, primer invierno
Las fotos fueron malas pues apenas quedaba luz y el bitxo se posó a cierta distancia, no me dió más oportunidades así que esto es lo que conseguí.